Es un óleo sobre lienzo, pintado por Velázquez en el S.XVII. Se desarrolla el tema de la Rendición de Breda donde la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera en favor del ejercito español. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad. Las crónicas cuentan también el momento en que el general español Spinola esperaba fuera de las fortificaciones al general holandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía, el enemigo fue tratado con caballerosidad, sin humillación.
Velázquez desarrolla el tema con los dos protagonistas que están en el centro de la escena y más parecen dialogar como amigos que como enemigos. Justino de Nassau aparece con las llaves de Breda en la mano y hace ademán de arrodillarse, lo cual es impedido por su contrincante que pone una mano sobre su hombro y le impide humillarse. En este sentido, es una ruptura con la tradicional representación del héroe militar, que solía representarse erguido sobre el derrotado, humillándolo. Igualmente se aleja del hieratismo que dominaban los cuadros de batallas.
Velázquez representa con realismo al general Spínola, al que conocía personalmente. Un realismo semejante, y caracterización individual se aprecia en los rostros de los soldados, que están tratados como retratos.
En los ropajes Nassau se muestra con coleto (vestidura hecha de piel) y calzón de color pardo con adornos de oro, paloma de encaje (cuello grande y vuelto sobre la espalda) y sombrero chambergo negro en su muñón.
Spinola lleva armadura pavonada con adornos de oro, valona de encaje, botas de piel y una banda de color carmín. En la mano izquierda enguantada lleva el sombrero también negro, más la bengala símbolo de autoridad (un bastón de mando).
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